Esta mañana, cuando mi compañera me pedía que escribiese unas líneas resumen del viaje para la afiliación sénior de SATSE a Normandía-Bretaña, lo único que me salió contestarle es “sí, por supuesto que te lo escribo”, porque estos días han sido mucho más que un viaje para conocer sitios nuevos, han sido una experiencia maravillosa compartida con un grupo de personas estupendas.
Decía nuestro guía, Hugo (por cierto, un magnífico profesional), que la vida del turista es dura y vaya si lo es. Es dura porque durante un pequeño periodo de tiempo quieres verlo todo, sentirlo todo, no perderte ni un lugar maravilloso por descubrir y a la vez, seguir con fuerzas para emprender la aventura del día siguiente.
Se han visto muchas cosas, muchas. En 8 días hemos recorrido más de 25 localidades y 1679 km en los que hemos disfrutado de parajes naturales, alineamientos megalíticos, paseos en barca, subido mil escaleras y un montón de cosas más, pero, sobre todo, hemos compartido, hemos conocido personas nuevas, hemos reído y hemos disfrutado, de lo visto y, sobre todo, de cada una de las personas del grupo.
No sé si todos los viajes serán así, pero lo que yo he vivido con este grupo ha sido increíble y toda una lección de vida de la que me siento orgullosa. Personas alegres, incansables, predispuestos a disfrutar cada minuto y siempre con una buena palabra en la boca y un buen gesto en la cara. Personas preocupadas por cualquier cosa que le pasase al compañero/a de al lado, ofreciendo siempre ayuda, compartiendo lo que se tenía y buscando, en todo momento, la complicidad y la sonrisa de la otra persona.
Decir que el Mont Sant Michel es una maravilla y que por mucho que se vean fotografías no se capta su magnificencia hasta que no te acercas a él, que las playas del Desembarco y el cementerio americano imponen, que el calvario de Guimiliau, además de ser una maravilla, es una sorpresa escondida en un rincón impensable, que cada uno de los pueblos visitados tienen encanto o que nos quedamos todos con la boca abierta cuando llegamos y vimos nuestro hotel en Nantes se puede decir, claro está, y mucha gente lo sabe, pero para mí eso no es lo importante, es más, es totalmente secundario. Lo verdaderamente increíble de este viaje han sido cada una de las personas que han participado en él y con ellas es con las que yo me quedo. Me han permitido compartir una experiencia gratificante y única y, como ya les he dicho en más de una ocasión solo puedo decirles, a cada uno de ellos y ellas ¡Gracias!
Mª José García Alumbreros, Secretaria General Técnica y responsable afiliación Senior de SATSE