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Los horarios de los niños en verano

Los horarios de los niños en verano.

Junio marca el comienzo de las vacaciones para la mayoría de los niños y hasta septiembre, muchos de ellos no comienzan el colegio. Son muchas semanas libres, con múltiples planes, comidas fuera de casa y viajes.

Las rutinas son importantes para los adultos, pero también en los niños. Durante más de 9 meses, de lunes a viernes, los niños madrugan, van a clase, ven a sus compañeros, realizan sus actividades extraescolares y se acuestan pronto. Pasar de unos horarios tan marcados a las vacaciones de verano, resulta un cambio muy brusco para el pequeño, pudiendo generar en él cierta alteración.

Por ello, se recomienda establecer una pequeña rutina adaptada al ritmo veraniego para que se mantengan física y mentalmente activos, tratando de evitar distorsiones en los hábitos de sueño y alimentación.

Alimentación variada y equilibrada en verano

En verano y durante todo el año, la alimentación de los niños tiene que adaptarse a sus necesidades y asegurar un aporte de nutrientes suficiente para la etapa de desarrollo en la que se encuentran y la actividad física que desarrollan.

Además, se recomienda distribuir el aporte calórico total en varias tomas a lo largo del día: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena.

Cabe destacar el papel fundamental que juegan las frutas y verduras en la alimentación de los niños. Ricas en vitaminas y minerales, éstas hidratan, nutren y son una excelente opción para comer entre horas fuera de casa. Además, el verano es temporada de una gran variedad de frutas que no están disponibles el resto del año, como el melón, la sandía o los melocotones. Aprovecha el sabor dulce de estas frutas para preparar postres y picoteos fresquitos y llenos de vitaminas.


Actividad física y tareas durante el día para mantener a los niños activos

Un aspecto fundamental en las vacaciones de verano de los niños es el de distribuir sus tareas a lo largo de su día. Por las mañanas, se aconseja que realicen actividades tranquilas, como estudiar un idioma, leer, hacer las tareas del cole, etc., y se pueden aprovechar las tardes para los planes más activos y realizar actividades también con los padres.

Muchos padres optan por llevarles unos días a campamentos de verano o apuntarles a clases deportivas. Son experiencias positivas que, acompañadas de hábitos saludables, contribuyen a mantenerles activos y crear una rutina veraniega positiva para el bienestar del niño.

Evita alterar las horas de sueño

Una hora prudente para despertar a los niños son las 9 o 9.30 am. Así, podrán tomar su desayuno tranquilamente, tener tiempo para hacer sus tareas y seguir con los ritmos del resto del día.

Se debe procurar no alterar excesivamente los ritmos de sueño adquiridos durante el curso escolar, ya que puede afectar a su equilibrio orgánico además de desajustar una rutina que después es difícil volver a recuperar de nuevo en septiembre.

Mantener unos hábitos de vida saludables durante el verano favorece un estado de ánimo positivo del niño.  Se trata de educarles en la cultura de lo saludable, además de promover su tranquilidad y seguridad. Ello contribuye a volver a la rutina escolar con las pilas cargadas y con experiencias positivas que podrán compartir con sus amigos de clase.

 

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