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Consejos para cuidar tu salud cardiovascular

Planifica tus comidas y aprovecha las sobras.

La aparición y combinación de factores de riesgo puede causar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. En este sentido, podemos adoptar unos hábitos de vida adecuados que nos sirvan para favorecer la prevención de estas enfermedades.

Factores de riesgo más frecuentes

Los factores de riesgo más habituales son la hipertensión, la hipercolesterolemia, la diabetes, el tabaquismo y la obesidad. Además, se están sumando otros factores derivados del ritmo de vida actual, como la apnea del sueño o el estrés.

Hábitos saludables que ayudan a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares

Alimentación variada y equilibrada. Una alimentación cardiosaludable tiene que basarse en una dieta que incluya todos los grupos de alimentos en las proporciones y cantidades recomendadas. En este contexto, se aconseja moderar el consumo de carnes grasas y productos procesados y dar preferencia a alimentos de origen vegetal como cereales (preferiblemente integrales), legumbres, frutas, verduras y hortalizas en combinación con pescado, carnes magras, frutos secos y el aceite de oliva.

Preparaciones culinarias sencillas. Estas incluyen: cocer al vapor, hervir, cocinar a la plancha y asar. Además, para reducir los excesos de grasas, es aconsejable quitar la grasa visible de las piezas de carne antes de cocinarla, y sustituir las salsas industriales por aliños caseros hechos a base de aceite de oliva virgen extra.

Actividad física. Hay que conocer las capacidades de uno mismo para saber hasta donde somos capaces de poner en actividad nuestro cuerpo. Se recomienda hacer alguna actividad física regularmente, al menos durante 30 minutos al día. ¡No dejes que el trabajo, o la falta de tiempo te sirvan de excusa! Puedes incorporar pequeños hábitos en tu día a día como subir las escaleras en vez del ascensor, ir en bicicleta en vez de transporte público o bajarte una parada antes del autobús y caminar el resto del trayecto para añadir algo más de actividad a tu rutina.

Evitar el tabaco y del consumo de alcohol. Ya que son numerosas las investigaciones que demuestran que estos hábitos incrementan el riesgo cardiovascular.

Por último y no menos importante, dedicarse un rato a uno mismo cada día mejora el nivel de bienestar emocional, repercutiendo positivamente en nuestra salud. El estrés y el elevado ritmo al que muchos estamos sometidos, son hábitos que empeoran nuestro bienestar.

Por todo lo dicho, llevar a cabo una serie de hábitos saludables, no solamente mejora el nivel de bienestar físico y mental, sino que también contribuye a prevenir el riesgo de desarrollar un evento cardiovascular. Además, se recomienda estar familiarizado con los principales síntomas de un inicio de afección cardiovascular para detectarla con facilidad y poder acudir a un especialista que supervise la situación.  

Igualmente, en caso de cualquier tipo de duda, se recomienda acudir al asesoramiento de un profesional sanitario el cual proporcione la información necesaria y oriente sobre la mejor estrategia a seguir a nivel de prevención cardiovascular, de forma personalizada.

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