Después de Navidad, rutina saludable
Después de Navidad, recupera una rutina saludable.
Cada vez prestamos más atención a llevar una rutina saludable: alimentación variada y equilibrada, hacer ejercicio de forma regular, hidratarse correctamente a lo largo del día y mantenerse activo, entre otros.
En estas fechas navideñas es común darnos algún que otro capricho en forma de dulce navideño, repetir ese plato tan rico de la cena de Noche Buena o bien pasar horas sentados alrededor de una mesa sin apenas movernos. Ahora bien, la llegada de enero y con él un año nuevo, debería motivarnos para reincorporar esos hábitos saludables que dejamos atrás hace unos días y proponernos un rumbo adecuado para favorecer un óptimo estado de salud con el que comenzar el 2017.
Adquirir unos hábitos saludables no es complicado, simplemente hay que tener claras unas sencillas pautas y procurar aplicarlas en el día a día:
Las comilonas, los traslados de un lugar a otro y la falta de tiempo pueden dejarnos sin tiempo suficiente para hacer ejercicio. Por ello, es importante volver a una rutina en la que dediquemos al menos 30 minutos de ejercicio físico al día, lo que nos ayudará a quemar los excesos de las fiestas y a sentirnos mejor, no sólo a nivel físico sino también mental.
La actividad física puede incluir desde deportes más activos como la bicicleta y el baile o deportes en equipo como el fútbol, hasta otros menos activos como por ejemplo pasear a buen ritmo. Cada uno deberá escoger la modalidad que más se adapte a su gusto y condición. Además, recuerda que una buena hidratación a la hora de practicar deporte es esencial antes, durante y después de la actividad.
Alimentación saludable y equilibrada:
Es algo habitual intentar compensar los excesos de navidades con las llamadas “dietas de choque” o “depurativas”. Sin embargo, esto puede desequilibrar aún más tú organismo o incluso crear el llamado “efecto rebote” a posteriori. Por ello, lo más recomendable es retomar una dieta variada y equilibrada, que incluya todos los grupos de alimentos necesarios en las cantidades recomendadas para cada uno de ellos.
Para ello:
• Evita los excesos de grasas y dulces y consúmelos sólo de manera ocasional.
• Recupera los cocinados sencillos a la plancha, al horno o al vapor, con un poco de aceite de oliva como grasa de adición y cocinado.
• Recuerda comer 5 raciones diarias entre frutas y verduras.
• Incluye las legumbres y frutos secos en tus platos.
• Elige proteínas magras como la pechuga de ave sin piel, el conejo, el lomo y solomillo de cerdo o el pescado. Además, aprovecha la gran riqueza de alimentos de nuestra gastronomía y alterna entre las distintas fuentes de proteína tanto animal como vegetal.
• Opta por hidratos de carbono integrales como base de tu alimentación.
• Mantén un adecuado estado de hidratación. El agua siempre es la opción más recomendable con la que acompañar tus comidas.
Como ves, es muy fácil recuperar el equilibrio. Incorpora estas sencillas pautas en tu día a día e inaugura el nuevo año de la mejor forma posible.