Por unas navidades equilibradas
Por unas navidades equilibradas
Diciembre, mes importante por muchos motivos y entre ellos, la despedida del año que acaba y el inicio de uno nuevo. Decimos adiós a un año repleto de vivencias, metas alcanzadas y otras pendientes para el año que entra. Cualquiera que sea la situación, diciembre es un mes para mirar al futuro con optimismo, ganas de superarnos y apostar por una vida con hábitos saludables.
La mayoría de familias viven con gran entusiasmo las fiestas navideñas. Los preparativos, la decoración de las calles, el olor a castaña asada y sobre todo las reuniones con familiares y amigos convierten cada navidad en una época especial y única.
Son fechas para disfrutar en la mayor plenitud posible. Sin embargo, la cantidad de eventos y celebraciones suelen estar acompañadas de excesos que, en ocasiones, pueden resentir el estado de salud tanto físico como mental. Aunque parezca complicado, mantener unos buenos hábitos que ayuden a sentirse bien antes, durante y después de esta época de celebraciones es posible si se llevan a cabo unas pautas muy sencillas al alcance de cualquiera.
- Evitar el tabaco.
- Moderar el consumo de bebidas alcohólicas: a veces es inevitable acompañar las comidas con un brindis o alguna bebida de este tipo. En estos casos, se recomienda evitar los combinados de mayor graduación como los licores o destilados y sustituirlos por una copa de vino tinto, sin olvidar que la mejor bebida para acompañar las comidas es el agua mineral.
- Introducir las verduras en el menú: ayudan a equilibrar las comidas y aportan vitaminas, minerales y fibra, nutrientes que normalmente escasean en los tradicionales menús navideños. Se pueden incorporar como guarnición de los platos principales, o bien como entrante. Algunos vegetales típicos de esta estación son la calabaza o la granada, por lo que además de enriquecer el menú, le aportan un toque de color y originalidad.
- Elegir proteínas magras para los platos principales: de esta forma, se puede disminuir el contenido graso de los tradicionales guisos o asados navideños. Las carnes como el pavo o pollo sin piel, el conejo, cortes magros del cerdo y los pescados, son alimentos ideales para ser los protagonistas de la mesa. Permiten una amplia variedad de preparaciones y combinan a la perfección con multitud de ingredientes, entre ellos las frutas y verduras.
Además, también se puede optar por proteínas de origen vegetal, como los frutos secos o las legumbres en distintos formatos, por ejemplo, en patés (hummus) o albóndigas y hamburguesas en combinación con verduras y hortalizas.
- Controlar las cantidades de comida y aprovechar las sobras: lo ideal es ajustar la cantidad de comida al número de comensales. Se pueden consultar las cantidades recomendadas por ración en la Guía de la Alimentación Saludable de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. Sin embargo, si sobra comida, se pueden reutilizar las sobras para elaborar otras preparaciones como sopas, croquetas, empanadas, etc., y conservarlas en la nevera o el congelador para otra ocasión.
- Mantener el equilibrio tras una comida abundante: conviene compensar esta ingesta con otras más suaves en los días posteriores, a base de verduras y cocinados con poca grasa a la plancha o al vapor.
- Comer despacio y masticar bien: engullir trozos que no han sido masticados correctamente puede provocar digestiones más pesadas, sensación de empacho y mayor hinchazón del estómago. Es necesario aprender a masticar correctamente, sin prisas y disfrutando de los sabores, texturas y aromas de cada trozo que nos llevamos a la boca. Además, comiendo a un ritmo pausado se adelanta la sensación de saciedad facilitando el control de las cantidades. ¿Lo mejor? Comer sin prisas, disfrutando de las sobremesas y aprovechar de los buenos momentos alrededor de la mesa con la familia y amigos.
- Hidratación: es aconsejable beber al menos 2 litros de líquidos diariamente, fundamentalmente de agua. Esta recomendación se hace aún más importante en navidades, ya que frecuentemente se tiende a sustituir el agua de las comidas por otro tipo de bebidas menos recomendables.
- Ejercicio físico: normalmente, en épocas festivas, es más complicado seguir una rutina deportiva. Sin embargo, encontrar un rato para dedicarle al ejercicio contribuye a mantener el equilibrio tanto físico como mental, ya que ayuda a evitar la sensación de empacho y pesadez que frecuentemente se tiene en estas fiestas.
Existen muchas maneras de hacer posible que disfrutemos más de las navidades. En este contexto, esforzarse por mantener unos hábitos saludables de alimentación y ejercicio físico, es un factor fundamental que ayuda a sentirse mejor tanto por dentro como por fuera y a disfrutar plenamente de estas fechas tan especiales.